Seguro te estás preguntando, ¿de qué somos responsables?

De ese producto que ponemos en manos del cliente, de ese servicio que les sirve para resolver algún problema; somos responsables hasta que éste cumpla su objetivo y sea necesario darle fin a su utilidad.

Tomando el ejemplo de quien produce algún alimento; este se preocupa de:

1. En la preparación, tomar todas las medidas necesarias para asegurar la inocuidad y calidad del producto.

2. Que el producto solicitado este completo cumpla con lo que estaba realmente en el pedido.

3. Que el producto llegue en las condiciones esperadas, en cuanto a estado de empaques y tiempo de entrega establecidos.

Y podríamos seguir enumerando, hasta llegar al fin de la vida útil del producto; en este caso sería esos envases y empaques utilizados.

Estos también son responsabilidad del productor, aunque terminen en manos del consumidor... es decir hay una responsabilidad compartida.

¿Cuál es la responsabilidad del productor?

Inicialmente, escoger los envases estrictamente necesarios para garantizar inocuidad (en este caso), calidad del producto y facilitar el transporte; considerando material y cantidad de los empaques.

Hasta ahí bien, ¿Dónde fallan los comúnmente los productores?, en educar a sus consumidores para darle fin a la vida útil a los envases y embalajes de forma correcta.

Este producto utiliza sólo envases reciclables; ¿este productor sabe si su público objetivo separa sus residuos y los transporta para su reciclaje, o al menos sabe que es reciclar? Aquí podrás pensar "Bueno pero eso ya es responsabilidad del consumidor"; te recuerdo: es responsabilidad compartida.

Igual pasa si sus envases son retornables, compostables o ninguna de las opciones anteriores. Siempre se debe educar al consumidor a manejar estos envases de forma correcta y clara. Veamos este ejemplo:

Aquí vemos con el mismo producto, el mismo empaque, puede asumirse la responsabilidad de formas distintas;¿Qué tipo de productor decides ser hoy?

En nuestras RRSS podrás encontrar un ejemplo de responsabilidad ambiental cuando prestamos un servicio, sin producto tangible de por medio.